La ventana está borrosa.
Me senté a tomar
un chai masala, a leer…
… pero el palizón salado
contra muro y ventana
me obliga a buscar
mesa papel lápiz
y a garabatear estas
reacciones mezcladas a
los vientos sin nombre.
…
No hay bautizo
de aires aquí
en Inglaterra.
Tramontana
Levante
Siroco
Cuántos vientos
nos han llevado lejos
gracias a un nombre.
La Tramontana
para tantos
en el Mediterráneo catalán
es parte de la familia.
Pero aquí,
pese al azote constante
la batalla campal diaria
la convivencia okupa (en chimenea,
. escalera
. ventana)
aquí, nada.
Mantenemos una relación
anónima y burda.
No puedo vestirte, viento.
ni sentarte a los pies de mi cama.
ni invitarte a mis historias
a mis paseos mentales, mi trama.
Estás aquí
peleón, follonero
ruidoso y hosco
siempre maleducado
remenándolo todo
pero no te conozco.
Sin nombre
no hay sonrisa ni guiño
no hay gracia ni encanto
no hay pelo canoso
ni capa, ni velo
ni boca, ni beso
ni voz, ni canto
ni trampa o anhelo.
¿Vas a la deriva? No.
No tienes presente, ni
pasado. No hay intención
ni celo, ni enojo, ni miedo.
Sólo hay ruido.
Ruido, ruido, ruido.
Tropezón, tortazo
chaparrón sin contexto.
No hay deseo
no hay historia
no hay futuro
no hay juego.
Vives aquí.
Respiras
pero no hay cuento.
No hay relato
no hay pasaje
no hay secreto.
Sin nombre estás perdido, viento.
Eres un deje del tiempo.
Puro fenómeno meteorológico
Weather. Wind.
Sin espíritu. Si sentido. Sin cuerpo.
Sin nombre gritas
pero no tienes voz.
Sin nombre
existes, pero vives muerto.
*